La amenaza de castigo a los trabajadores gubernamentales que se abstuvieron de votar en los comicios del pasado domingo en Venezuela está viva, pues se cruzarán las nóminas con los reportes del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Para quienes se encuentre que no sufragaron, podría haber despidos, traslados de adscripción, jubilaciones forzosas, suspensión de bonos y de ascensos, entre otras medidas.
Marlene Sifontes, del Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato, dijo que los castigos a los abstencionistas son previsibles pues el pasado domingo hubo mucha presión para votar.
Recordó que el domingo desde las 11:00 horas (15:00 GMT) comenzaron las llamadas telefónicas a los trabajadores para ir a votar y amenazar también «si no cumplían con la Revolución», dijo en declaraciones a El Nacional.
En su segundo boletín sobre los comicios de hace dos días, el CNE informó que con 98.78 de actas de escrutinio, Nicolás Maduro se reeligió con 6.1 millones de votos mientras el segundo puesto fue para Henri Falcón con 1.9 millones de sufragios.
En total votaron de acuerdo a las actas escrutadas nueve millones 132 mil 655 ciudadanos, equivalentes a 46.02 del padrón, por lo que 53.998 por ciento de personas con derecho a sufragar no lo hizo.
Ahora, añadió Sifontes, vendrá el cruce de la nómina con la lista de sufragios y quienes no hayan votado están en riesgo de todo tipo de sanciones.
“No fui a votar. Estoy cansada de tanta persecución por un salario que cada vez rinde menos y un ambiente de trabajo opresivo y deprimente. Que se queden con el puesto”, dijo una secretaria que pidió no mencionar su nombre, señaló El Nacional.
Un trabajador petrolero dijo por su parte que “No acudí a votar pese a los constantes mensajes telefónicos. En dos semanas me voy del país porque el salario que gano es miserable. No hay nada que hacer porque las operaciones están casi paralizadas”.
Precisamente en el sector petrolero el abstencionismo llegó al 70 por ciento de los trabajadores, aseguró Iván Freites, directivo de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela.
«Muchos trabajadores no se prestaron al fraude a pesar de las presiones previas y las sanciones que vienen”, acotó.
«Trabajadores del Metro de Caracas alertaron que habrá más despidos pactados por el sindicato, aliado de la empresa. Por razones políticas fueron expulsadas un millar de personas desde el año pasado», precisaron
Sifontes agregó que desde 2017 unos 880 mil trabajadores gubernamentales han renunciado, cifra que representa 40 por ciento de la nómina de la administración pública que se estima en 2.2 millones.
Los trabajadores que renuncian son sustituidos por jóvenes, muchos de los cuales acaban también renunciando ante los bajos salarios, aseguró la dirigente sindical.