Cuando dejó el club como jugador en 2006 alegó y mostró su decepción por los resultados de los dos años anteriores; como técnico, habló del temor a no seguir ganando.
Un 25 de abril de 2006, Zinedine Zidane anunciaba que se retiraba de fútbol. Renunció al año de contrato que le quedaba con el Real Madrid y elegía el Mundial de Alemania como su última gran competición como futbolista.
El contexto de aquel adiós era muy diferente del actual, marcado por las tres Champions consecutivas bajo su dirección técnica.
Por entonces, Zidane tenía 34 años y llevaba dos temporadas siendo la cabeza visible de un equipo que iba de fracaso en fracaso.
En una entrevista concedida a Canal + Francia, Zidane alegó «cansancio psicológico» y estar «decepcionado» por los dos últimos años, en los que no vio cumplidas sus expectativas.
Su adiós marcó el fin del Real Madrid de los Galácticos.
Meses después, Florentino Pérez también anunciaría su renuncia a la presidencia madridista.
Se agotaba un modelo que alcanzó su mayor logro en la final de la Copa de Europa de Glasgow en 2002 con aquella volea inmortal del propio Zidane.
Zidane se despidió como entrenador este jueves en la sala de prensa de Valdebebas, su lugar de trabajo desde que en enero de 2016 se hiciera cargo del equipo para reemplazar al destituido Rafa Benítez.
Le acompañaba Florentino Pérez, que admitió estar ante un día triste y una decisión inesperada desde que el miércoles por la tarde el técnico le comunicó su decisión.
“Este un club exigente, llega un momento en el que qué le voy a pedir más a mis jugadores por todo lo que han hecho, necesitan otro discurso y otra metodología para volver a ganar”, explicó Zidane.
Como hace 12 años, de nuevo, el cansancio psicológico y la exigencia han sido definitivas en su decisión. Otra vez se va pronunciando la palabra “desgaste”, pero con tres Champions consecutivas y una Liga debajo del brazo.