El alto nivel de tensión social que prevalece en Francia es preocupante y es “urgente clamar esa situación”, dijo hoy la comisionada de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatovic, tras visitar la capital francesa para discutir temas relacionados con el movimiento chalecos amarillos.
En un comunicado, la comisionada expresó su preocupación por las víctimas que se han registrado durante los poco más de dos meses de protestas continuas de los chalecos amarillos.
La comisionada manifestó su inquietud “por la gran cantidad de personas heridas, algunas muy seriamente, dentro o al margen de las protestas, incluso por proyectiles de las llamadas armas de defensa intermediarias, como el lanzador de balas defensivo”.
Los señalamientos de Mijatovic se dan luego de su reunión en París con varias personas con las que revisó temas de derechos humanos relacionados con el movimiento de los chalecos amarillos.
Señaló que entre las víctimas también se encuentran agentes de la policía, “que operan en condiciones difíciles, en particular debido a la hostilidad de algunos de los manifestantes”.
“Pero también tiene una carga de trabajo excesiva y, para algunas de las unidades policiales involucradas, tienen una capacitación insuficiente en técnicas de control de multitudes y en el uso de ciertas armas”, agregó.
No obstante, la comisionada “está seriamente preocupada por el número y la gravedad de las lesiones resultantes del uso de la fuerza por parte de los agentes de la ley”, indicó.
Mijatovic llamó a las autoridades francesas a dar prioridad al diálogo y a garantizar el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
El movimiento de los chalecos amarillos inició en Francia en noviembre de 2018, en protesta contra el alza en los impuestos a los combustibles, su organización se da, en especial, a través de redes sociales, y en casi tres meses de protestas ha reunido más de un millón de personas.