
«Se escuchó un golpe muy fuerte, luego vimos el humo y fuego en la bodega», dice un trabajador que observa el área en donde un jet privado en el que viajaba una familia se estrelló en la colonia Reforma en San Mateo Atenco.
Los vecinos y curiosos se acercaron a la escena tras el impacto junto a un campo de futbol algunos para tratar de ayudar, otros llamaban a los servicios de emergencia, eran minutos después del mediodía del lunes.
El vehículo aéreo modelo Cessna Citation 650 color blanco había partido de Acapulco en Guerrero y tenía como destino la pista del Aeropuerto Internacional de Toluca, ubicado a corta distancia del punto del siniestro.
En él viajaba una familia, entre ellos, tres niños, Natalia, Raúl, además, Ximena, Raúl, Ilse Lizeth, Gustavo, Raúl, Olga, también el piloto de nombre Juan Carlos y copiloto, Walding, todos murieron inmediatamente en el impacto.
La calle de San Pedro y 5 de Mayo se llenó de ambulancias del Servicio de Urgencias del Estado de México, Cruz Roja, Protección Civil y Bomberos para apagar las llamas, por ello, se cerró la circulación al paso de vehículos.
Al sofocar la conflagración se confirmó que ninguno de los tripulantes había sobrevivido al accidente, la Marina, Ejército, Guardia Nacional, policías estatales y municipales acordonaron el inmueble como el área aledaña.
El equipo forense de la Fiscalía General de Justicia mexiquense empezó con los trabajos para recolectar las evidencias y también realizar el levantamiento de los cuerpos que terminaron prácticamente calcinados.
En las próximas horas, se va a determinar con los peritajes por parte de Aeronáutica Civil las causas que provocaron una de las mayores tragedias aéreas que se han documentado en la historia de la entidad.
