
A pesar de los intentos por mejorar la señalización y organizar la circulación vehicular, el caos vial prevalece en la Central de Abastos de Toluca. En el último semestre, se han registrado dos muertes de peatones atropellados por unidades del transporte público, lo que evidencia el riesgo constante para los transeúntes.
El desorden vial no solo afecta las calles aledañas, especialmente la Vía López Portillo, sino que también ha permeado al interior de la Central de Abastos, donde la circulación es un caos. Aunque se han implementado esfuerzos por colocar señalética, la falta de autoridad que haga cumplir las normas ha permitido que tanto visitantes, comerciantes y trabajadores no respeten el orden vial, lo que genera un ambiente de desorden.
«Todos hacen lo que quieren. No hay un paso peatonal seguro y la gente camina por donde quiere. Además de los peatones, circulan unidades de carga, transporte público, motos y bicicletas», comentó un condómino del lugar.
De igual forma otros comerciantes comentaron que la situación empeora con la presencia del transporte público, incluidos taxis y camiones, que circulan sin límites de velocidad establecidos, por lo que sería importante implementar un orden vial.
Debido al desorden vial, la situación ha cobrado vidas. En el último semestre, dos personas han fallecido atropelladas por unidades del transporte público.
Cabe mencionar que el primer incidente ocurrió el 3 de agosto del año pasado, cuando un hombre fue atropellado por una unidad de transporte público en el área de maniobras. El segundo, el 21 de enero de este año, fue el trágico caso de Marlene, una joven de 21 años, que perdió la vida al ser atropellada por un autobús de la línea Atsuzi en las inmediaciones de la Central de Abastos.

