El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo hoy que su país está listo para dejar atrás “este periodo turbulento” de la pandemia, por lo que necesitan adoptar una actitud más sólida que los países desarrollados, “en todos los aspectos”.
Tras una reunión con sus ministros, previo a otro encuentro con el comité del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), que él dirige, Erdogan explicó cuáles son las prioridades de su gobierno al tener una reducción en los contagios y muertes por COVID-19.
El ejecutivo dijo que se mantendrán las reglas, especialmente la distancia física, el uso de mascarillas y sanitización de los espacios, sin apresurar los pasos para flexibilizar las medidas. Pidió a la gente mantener dicha sensibilidad porque “podríamos tener que endurecer las medidas nuevamente”.
Sin embargo, Erdogan reconoció que “pagaron el precio de extender las reglas y no seguirlas juntos”, por lo que ahora “no existe lujo de perder un día más” y deben avanzar hacia definir los objetivos por cumplir.
Agregó estar obligado a reparar rápidamente el impacto económico causado por el coronavirus, en colaboración con todos los sectores, particularmente en “inversión, creación de empleo y exportaciones”, reportó la agencia turca Anadolu.
Este martes, la lira turca cayó por cuarta sesión consecutiva y se dirigió hacia mínimos históricos. La víspera, Erdogan dijo que el gobierno estaba levantando las restricciones para que el 11 de mayo centros comerciales, peluquerías y algunas tiendas puedan abrir.
Por otra parte, la más reciente actualización del Ministerio de Salud afirma que se registraron este martes 59 nuevos fallecidos por COVID-19 y mil 832 casos, lo que eleva a tres mil 520 los muertos totales y a 129 mil 491 los pacientes contagiados por la cepa.