Serbia se despertó este jueves conmocionada tras el ataque sin precedentes en un colegio de Belgrado, en el que un alumno de 13 años mató a tiros a ocho de sus compañeros y a un guardia.
Además, se conoció que otros seis estudiantes y su profesora resultaron heridos por el atacante, que fue detenido y que según las autoridades serbias había preparado detalladamente la masacre.
«Al menos, ocho niños y un guardia de seguridad murieron. Seis niños y una profesora resultaron heridos y fueron hospitalizados», indicó el ministerio del Interior del país balcánico en un comunicado.
Entre los menores abatidos figuran siete niñas y un niño de 7 a 15 años de edad, precisó el jefe de la policía de Belgrado, Veselin Milic, en una conferencia de prensa. Dos niños y la maestra se encuentran gravemente heridos y sus vidas corren peligro, indicó la ministra de Salud.
Las autoridades identificaron al sospechoso como Kosta Kecmanovic, un estudiante de 13 años, detenido en el patio de la escuela. Según Milic, el adolescente llegó a la escuela con un revolver 9 milímetros y otro de menor calibre, pertenecientes a su padre, y con cuatro cocteles Molotov en su mochila.
Según los reportes, abrió fuego al entrar a la escuela, matando primero al guardia y a tres estudiantes en los corredores, antes de ingresar al «aula de historia».
«Tan pronto como cruzó la puerta, le disparó a la maestra y a los otros estudiantes», refirió Milic. Astrid Merlini, cuya hija estaba en la escuela, indicó que los maestros ocultaron rápidamente a los niños.
El presidente del municipio de Vracar, Milan Nedeljkovic, declaró a la televisión que el guardia «quiso impedir la tragedia», interponiéndose «delante del muchacho que disparaba».