
El robo de de pipas de gasolina, genera pérdidas millonarias a los empresarios del ramo, quienes incluso tienen que detener el trabajo hasta por un año, debido a lo tardado que son los permisos para que una nueva unidad pueda operar.
El presidente de la Asociación de Distribuidores de Gasolina y Lubricantes (Adigal) en el Estado de México dio a conocer que aun cuando en la entidad mexiquense no se ha registrado el robo de estas unidades, la incidencia delictiva va al alza en carreteras que colindan con los estado de Hidalgo, Puebla y Michoacán.
“El robo de una sola unidad genera como mínimo pérdidas por 10 millones de pesos, pues se deja de trabajar, se tiene que volver a sacar el permiso, se tiene que comprar otra pipa, entre otras cosas”, precisó.
De igual forma se dijo que las vías como el Circuito Exterior Mexiquense y el Arco Norte deben ser blindadas por las autoridades federales, a fin de frenar la actividad ilícita que ya se presenta en el Arco Norte.
El líder de Adigal sostuvo que una parte del combustible que se comercializa en el Estado de México es procedente de Veracruz e Hidalgo, razón por la que se ven expuestas tanto las unidades transportistas como los operadores.
“Ante esta situación tenemos que asegurar el producto, antes el flete bajaba y era seguro el producto, pero el problema más grave por el robo de la pipa son los permisos, te roban la unidad y es perder un año de trabajo”, comentó.
Finalmente, el presidente de Adigal aseveró que durante los primeros 4 meses del 2023, se han registrado entre 10 y 12 robos de pipas de combustible procedentes del Estado de México en entidades vecinas, “es decir, entre Hidalgo, Puebla y Michoacán”
