
En medio de un creciente descontento estudiantil, la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) anunció el aplazamiento del proceso para elegir a la próxima Rectora, una decisión que ha encendido aún más las alarmas sobre la falta de condiciones democráticas y de transparencia en la institución.
La elección, originalmente prevista para este 14 de mayo, fue pospuesta por el Consejo Universitario bajo el argumento de “priorizar el diálogo”.
Sin embargo, el retraso ocurre tras semanas de movilización de estudiantes que han denunciado irregularidades en el proceso, falta de apertura y un intento por imponer a una figura sin el respaldo pleno de la comunidad universitaria.
En lugar de avanzar con una elección transparente y consensuada, la UAEMéx optará por designar de manera temporal a una persona como Encargada o Encargado del Despacho, una figura que no pasará por el escrutinio de la auscultación cuantitativa ni contará con el mandato legítimo de la comunidad.
Aunque en el comunicado oficial la universidad reconoce el valor de la organización estudiantil y se compromete a respetar la libertad de expresión, organizaciones universitarias señalan que en los hechos se han vivido actos de intimidación, represalias y descalificaciones hacia voces críticas, especialmente en espacios donde se han cuestionado los mecanismos internos de elección.
“Es momento de hacer a un lado la fragmentación y asumir nuestra responsabilidad ética”, dice el documento institucional. Pero para muchos en la comunidad, esta apelación a la unidad parece ignorar las causas legítimas del descontento: la opacidad en los procesos y el distanciamiento de las autoridades con las bases universitarias.
La comunidad exige que el proceso se reactive únicamente cuando existan garantías de participación auténtica y sin simulaciones, mientras que el Consejo Universitario queda bajo la lupa por su papel en un proceso que, hasta ahora, ha dejado más dudas que certezas.
