
El gobierno de Brasil anunció nuevas ayudas para miles de familias víctimas de la catástrofe climática que asola el sur del país, durante la tercera visita del presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, a la devastada región.
Casi dos semanas después de que intensas lluvias sumergieran cientos de localidades en el estado de Rio Grande do Sul, el alcance de los estragos aún es difícil de estimar.
Las inundaciones dejaron hasta el miércoles 149 muertos y 108 desaparecidos, según Defensa Civil. Además, más de medio millón de personas fueron evacuadas para salvar sus vidas.
Unas 80 mil personas se encuentran en decenas de refugios instalados en escuelas o polideportivos.
No mediremos esfuerzos para ayudar a las personas a reconstruir sus vidas», dijo Lula en la ciudad de Sao Leopoldo, ubicada al norte de Porto Alegre y una de las afectadas por la calamidad.
El gobierno de Brasil entregará a cada familia afectada directamente por las inundaciones 5 mil 100 reales (mil dólares) para reponer algunos de los bienes perdidos.
La ayuda llegará a 240 mil familias, detalló el ministro de Casa Civil (jefe de gabinete), Rui Costa, por un total de mil 200 millones de reales (unos 233 millones de dólares).
Además, la administración federal hará una compra masiva de viviendas al sector privado para entregar a los damnificados, que actualmente se reparten entre refugios y hogares de familiares.
