
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha tomado medidas sobre la energía limpia, amenazado con cambiar la Constitución y también propuso una legislación para beneficiar a las empresas estatales —el todo con el ánimo de apoyar a la Comisión Federal de Electricidad. Para inversionistas en bonos, el esfuerzo está funcionando.
La principal empresa generadora de electricidad en México, conocida como CFE, vendió el martes USD 2,000 millones en bonos a 10 y 30 años. En medio de una fuerte demanda, el precio final se redujo en 45 puntos básicos desde el objetivo inicial para los bonos a 10 años, y en 40 puntos básicos para los títulos a 30 años.
“Los bonos de la CFE parecían baratos en comparación con otros bonos corporativos mexicanos de grado de inversión y la ventaja es que cuentan con participación del Estado”, dijo Shamaila Khan, directora de deuda de mercados emergentes de AllianceBernstein LP en Nueva York, refiriéndose a la llamada deuda cuasisoberana.
Unos USD 1,000 millones en bonos CFE con vencimiento en 2027 alcanzan más de 112 centavos por dólar. Han tenido un rendimiento de 10% desde principios del año pasado, superando el promedio de 7.9% de la deuda latinoamericana, y cotizan con un spread de unos 168 puntos básicos más que sus homólogos soberanos.
