
Japón pretende relaciones «constructivas y estables» con China y que Beijing se comporte de manera «responsable», declaró hoy el primer ministro japonés, Fumio Kishida, en medio de tensiones regionales por la creciente presencia china en el Indo-Pacífico.
«Enfrentamos el entorno de seguridad más desafiante y complejo desde la Segunda Guerra Mundial y lo que debe priorizarse, creo, es la diplomacia proactiva con China», declaró Kishida en entrevista con medios extranjeros, informó la agencia de noticias AFP.
Agregó que Tokio aspira a tener una «relación constructiva y estable» con Beijing, «lo cual requiere de esfuerzos de ambas partes».
Los vínculos entre los dos países se han deteriorado los últimos años.
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En diciembre, Tokio calificó a China como un «desafío estratégico sin precedentes para la paz y estabilidad de Japón», al anunciar una reforma de su política de seguridad que incluía un mayor gasto en defensa.
Japón preside este año el G7, cuyos ministros de Relaciones Exteriores mostraron esta semana un frente unido ante China y le hicieron advertencias sobre numerosos temas, desde sus reclamos marítimos hasta Taiwán, incluida la «acelerada expansión» de su arsenal nuclear.
Beijing reaccionó furiosamente ante la declaración de los ministros del G7, que consideró «llena de arrogancia, prejuicios e intenciones siniestras».
Las tensiones en la región se han intensificado por eventos como las recientes maniobras militares chinas en torno a Taiwán lanzadas luego de que la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, se reuniera con líderes políticos estadounidenses en Estados Unidos.
