
Un grupo de unos 600 funcionarios de seguridad israelíes retirados, entre ellos antiguos jefes de agencias de inteligencia, han escrito al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con el objetivo de que presione al gobierno de Israel para que ponga fin inmediatamente a la guerra en Gaza.
Antiguos altos mandos del aparato de seguridad de Israel enviaron una carta firmada al expresidente estadounidense Donald Trump con un pedido expreso: “¡Detengan la guerra en Gaza!”. El grupo Comandantes por la Seguridad de Israel (CIS), que reúne a exgenerales de las FDI, exdirectores del Mossad, del Shin Bet, la Policía y el Cuerpo Diplomático, impulsó el texto. “Le instamos a poner fin a la guerra de Gaza. Lo hizo en Líbano. Es hora de hacerlo también en Gaza”, escribieron.
Entre los firmantes figuran el exjefe del Mossad Tamir Pardo, el ex primer ministro Ehud Barak, el exministro de Defensa Moshe Yaalon y el exdirector del Shin Bet Ami Ayalon, quien declaró: “Al principio esta guerra era una guerra justa, una guerra defensiva, pero cuando conseguimos todos los objetivos militares, esta guerra dejó de ser una guerra justa”.
En el mensaje enviado a Trump también se señala que Hamás “ya no representa una amenaza estratégica para Israel” y se sostiene que el expresidente estadounidense tiene influencia para cambiar el rumbo de la situación. “Su credibilidad ante la gran mayoría de los israelíes aumenta su capacidad para dirigir al primer ministro Netanyahu y a su gobierno en la dirección correcta: poner fin a la guerra, devolver a los rehenes, detener el sufrimiento”, afirmaron. El pronunciamiento coincidió con la difusión de videos grabados por Hamás y la Yihad Islámica, donde se ve a dos rehenes israelíes demacrados. Las imágenes fueron condenadas por dirigentes de Israel y países aliados.
Las familias de los rehenes israelíes han exigido sistemáticamente al gobierno que dé prioridad a su liberación.
Las acciones militares continúan en medio de críticas locales e internacionales
Pese a los llamados a un alto el fuego, el gobierno israelí analiza una ampliación de sus operaciones en Gaza, según informes surgidos ante el estancamiento de las negociaciones indirectas con Hamás. Un funcionario israelí citado por medios locales sostuvo que Netanyahu apuesta a liberar a los secuestrados mediante “la derrota militar de Hamás”. Sin embargo, el principal grupo de apoyo a las familias de los rehenes rechazó esa estrategia con un mensaje directo: “Netanyahu está llevando a Israel y a los rehenes a la perdición”.
Desde el ataque de Hamás contra el sur de Israel el 7 de octubre de 2023 —que causó 1.200 muertos y 251 secuestros—, el Ejército israelí mantiene una ofensiva en la Franja. Según el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, más de 60.000 personas murieron en Gaza desde el inicio de la campaña. Solo el lunes pasado, al menos 94 personas murieron en ataques israelíes, incluidas 24 que intentaban obtener ayuda. Las agencias respaldadas por la ONU denunciaron que en el territorio se vive el “peor escenario posible de hambruna”.
Las autoridades gazatíes informaron que al menos 180 personas fallecieron por desnutrición, entre ellas 93 menores de edad, desde que comenzaron los combates. Las restricciones impuestas por Israel sobre los suministros que ingresan al enclave han derivado en privaciones masivas. El bloqueo también impide la entrada de periodistas internacionales, incluida la BBC, lo que dificulta la verificación independiente de los datos difundidos desde Gaza.
En este contexto, las familias de los rehenes exigen al gobierno que priorice su regreso y que se alcance un acuerdo humanitario. Mientras tanto, el aislamiento internacional de Israel se profundiza. Encuestas realizadas en varios países muestran que la opinión pública global es cada vez más crítica. Frente a ese escenario, aumentan las presiones hacia los aliados de Israel para que intervengan diplomáticamente. Aunque Trump ha mantenido su respaldo a Netanyahu, la semana pasada reconoció que en Gaza hay “verdadera hambruna”, en contradicción con lo que sostiene el primer ministro israelí.