
Estados Unidos está «consternado» y «decepcionado» por el permiso que el gobierno de Brasil dio a Irán para que atraquen en sus puertos dos buques de guerra, afirmó hoy el jefe de la diplomacia norteamericana para América Latina, Brian Nichols.
«Hemos transmitido nuestra consternación haciendo hincapié en la represión brutal del régimen iraní contra su propio pueblo, el suministro de armas a Rusia y la desestabilización» en el mundo, dijo Nichols durante una audiencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, según la agencia de noticias AFP.
Makran y Dena, dos buques iraníes que se encuentran bajo sanciones del Departamento del Tesoro estadounidense, obtuvieron autorización para atracar en Rio de Janeiro del 28 de febrero hasta el 4 de este mes.
La decisión de Brasilia preocupa a senadores, como el republicano Jim Risch, quien lo considera motivo suficiente para que el presidente estadounidense Joe Biden hubiera cancelado la reunión que mantuvo con su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, el 10 de febrero en la Casa Blanca.
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«Entendemos que nuestros países no siempre estarán de acuerdo y Brasil como nación soberana toma sus propias decisiones de política exterior», afirmó Nichols, pero estos barcos «no tienen cabida en nuestro hemisferio».
«Los iraníes no deberían estar aquí», entre otros motivos por su «espantoso historial en derechos humanos» y su apoyo al presidente ruso, Vladimir Putin, después de que invadiera Ucrania, recalcó.
Nichols explicó que los demás países latinoamericanos «decidieron no recibir los barcos y no es por casualidad», y lo atribuyó al hecho de haber conversado con ellos «sobre los riesgos que plantea Irán».
