
Mexiquenses de todas partes de la entidad sufrieron los estragos de la pandemia por COVID-19, que los obligó a resguardarse en sus hogares para evitar contagios y por ende, a cerrar negocios.
Paloma Alejandra Guadarrama Mancilla, mujer emprendedora y quien cuenta con una panadería, ubicada en Chalma, comentó que debido al confinamiento sanitario el negocio tuvo que cerrar y los familiares, regresaron a sus hogares por tres meses.
“Pero después de ese tiempo, el dinero empezó a escasear por lo que decidimos volver abrir de manera esporádica, pues había necesidad de contar con recursos para poder darle de comer a la familia”.
Paloma dijo que elaboran delicioso pan de dulce, entre ellos, el conocido y famoso cocol, el cual es muy demandado en la zona, pero después de hace un a;o, cuando los templos cerraron la venta y elaboración del mismo bajaron considerablemente.
Esperamos, dijo, que para las vacaciones de Semana Santa que se avecinan y donde se prevé que habrá turismo en la zona sur de la entidad, las ventas mejoren considerablemente, pues nos hace mucha falta.
Cuando la autoridad federal y estatal decidieron cerrar negocios de todo giro en la entidad mexiquense, las afectaciones fueron muchas, ya que una vez cerrado el Santuario de nuestros Señor de Chalma, no había turismo ni quien comprara nuestros productos.
“Es así que las afectaciones no solo fueron para mi familia por el cierre de la panadería, sino para todo el comercio de Chalma, que es de lo que vivimos gran parte de la población”.
Finalmente Paola Guadarrama hizo un llamado primero a los mexiquenses para que en las próximas vacaciones visiten los municipios turísticos con los que cuenta la entidad y después que consuman lo hecho en el Estado de México.
