
«Pensamos que había sido una explosión, luego vimos que la barda se había caído», narra un hombre entre la gente que llega a observar como peritos levantan el cuerpo de Ezequiel en la colonia Santa Clara en Toluca.
«Estaba comiendo ahí, con otra persona, se ve que estaba chavo», insiste en medio de decenas de personas que llegan para arremolinarse frente a una casona ubicada sobre la popular calle Alejandro Von Humboldt.
El impacto dejó inconsciente al hombre de 22 años de edad, que vestía un pantalón, chamarra y zapatos negros como una camisa blanca, él murió a los pocos minutos pese a la llegada de los servicios de emergencia.
Todos pensaban en primer momento que se había registrado una explosión en el pequeño negocio de comida en el que estaba almorzando; sin embargo, las autoridades presumen que el estallido se dio tras el colapso.
El cruce con León Guzmán se llenó de ambulancias y patrullas, paramédicos certificaron el deceso, el cadáver tuvo que ser cubierto con una tela blanca, un socorrista se acercó a colocarle una veladora.
La sombrilla del puesto ambulante sirvió para cubrir el cuerpo que terminó junto a los escombros de tabiques, cemento pero sobre todo adobe que terminaron regados en la vía pública después de ocurrir la tragedia.
