
Maria Isabel Vega Corona, especialista en psiología dijo que desafortunadamente sólo dos de cada diez divorcios reciben un acompañamiento especializado para los hijos y en el resto de las rupturas matrimoniales son un derrumbe de una realidad y un duelo. «Los infantes presentan crisis emocionales como: culpa, angustia, miedo, agresividad, rebeldía, inseguridad, bajo rendimiento académico, aislamiento, entre otras» , señaló. En entrevista, explicó que derivado de un aumento de divorcios, cada vez son más los padres de familia que se ven obligados a llevar a sus hijos con un psicologo para la atención de diversos problemas emocionales que en su origen son provocados por la ruptura matrimonial. «El divorcio es el derrumbe de una realidad, que se convierte en incertidumbre, pues pone a los hijos ante preguntas como ¿qué pasara ahora? Todo cambio es un proceso de adaptación en el que se vivirán ajustes y desafíos en función de las necesidades de la familia, los cambios que conlleva un divorcio, así como sus afecciones, dependerán de la situación específica que se viva en cada caso», mencionó. Vega Corona, sostuvo que cuando el divorcio sucede en hijos pequeños, sufren el temor del abandono, pues piensan que si un padre se fue el otro también se podrá ir, es decir, viven la ausencia repentina. Finalmente, precisó que cuando se trata de niños de entre 6 y 8 años, mencionó la especialista, viven el divorcio de otra manera, y generalmente tratan de comprenderlo pero buscando causas y culpables, incluso llegan a culparse ellos mismos.
