
Organizaciones de transportistas y campesinos anunciaron que el próximo lunes 24 de noviembre realizarán una paralización total de carreteras, aduanas e industria, medida que no solo responde a demandas sectoriales, sino a una crisis que afecta directamente a las comunidades, el abasto de alimentos y la seguridad en el país.
Los inconformes insistieron en que la movilización busca visibilizar el desgaste social que enfrentan miles de familias que viven del transporte y del campo, así como la población que depende diariamente de su trabajo para abastecer mercados, centros de distribución y economías locales.
La falta de acuerdos, dijeron, con autoridades federales ha profundizado problemas que trascienden al sector y afectan a la ciudadanía, como: la inseguridad y extorsión en los 32 estados, que no solo ponen en riesgo a los operadores, sino también al abasto de alimentos y productos básicos.
Rezagos administrativos —como la falta de licencias, papeletas de verificación y placas— que dejan a miles de trabajadores en la incertidumbre laboral.
Falta de inversión en el campo, situación que, afirmaron, repercute directamente en la producción y en el precio final de los alimentos.“Hoy somos más vulnerables que nunca. No solo peligra el trabajo de los operadores y los campesinos, sino la estabilidad de las comunidades que dependen de nosotros”, expresaron.
El paro, advirtieron, será total: carreteras, aduanas y sectores industriales permanecerán detenidos desde las primeras horas del lunes.
En conferencia de prensa Baltasar Valdés, dirigente campesino, expresó que la unidad entre transportistas y productores rurales responde a una misma realidad: “Somos la vértebra de la economía nacional. Si nosotros nos detenemos, se detienen también los mercados, los comedores, las cosechas y el traslado de alimentos”.
Aseguró que la medida no está motivada por intereses externos ni financiamiento ajeno: “No tenemos partidos detrás. Esto sale de la gente, de los que trabajamos la tierra, de quienes manejan día y noche para abastecer al país”.
Los dirigentes exhortaron a la ciudadanía a evitar viajes o traslados el 24 de noviembre, pues no habrá paso en ninguna carretera del país. Señalaron que la protesta podría generar afectaciones temporales, pero insistieron en que el objetivo es proteger la cadena que garantiza la llegada de alimentos y bienes a las familias mexicanas.
“Esta lucha también es por los consumidores. Si no paramos hoy, mañana será más difícil producir, transportar y mantener precios accesibles”, señalaron.
La movilización está prevista para iniciar desde la madrugada del lunes y tendrá impacto nacional. Los organizadores pidieron comprensión y apoyo social ante una protesta que, dijeron, “busca que el país pueda seguir caminando”.
