
Productores de maíz del Estado de México exigieron al gobierno federal y estatal actuar con urgencia para regular el mercado y cumplir los compromisos de apoyo al sector, ante lo que califican como una “crisis silenciosa” que amenaza con desaparecer la producción local.
En conferencia de prensa, los campesinos explicaron que la entrada masiva de maíz importado ha bajado los precios y desplazado la producción nacional.
Como resultado, muchos se ven obligados a reducir su cosecha o incluso a abandonar el campo, dejando sin sustento a familias que dependen de él.
“Queremos compromisos reales, no promesas vacías. Primero necesitamos vender nuestro maíz antes de que llegue el de afuera”, dijo uno de los representantes de los agricultores.
Además, denunciaron que los acuerdos sobre infraestructura hidráulica se han incumplido. En Lerma, por ejemplo, las recientes inundaciones no fueron solo por lluvias, sino por el mal funcionamiento del sistema de bombeo que debía desviar el agua al río Lerma.
“Tenemos los documentos que prueban que pedimos apoyo y nadie nos hizo caso”, comentó.
Los productores advirtieron que, si no reciben respuestas concretas, podrían radicalizar sus protestas. “Tomar carreteras no es nuestro objetivo, pero si no hay otra manera, no nos queda otra para defender lo nuestro.
La falta de rentabilidad y apoyo gubernamental también ha provocado que los jóvenes abandonen el campo, poniendo en riesgo el relevo generacional de esta actividad esencial para la región.“Ya no hay ilusión en el campo porque no hay apoyo ni compromiso real del gobierno.
Necesitamos que nos escuchen y actúen antes de que sea demasiado tarde”, concluyeron, haciendo un llamado a que sus demandas se traduzcan en acciones concretas para salvar la producción de maíz mexiquense.
