
Ernesto Canales Santos, ex fiscal anticorrupción de Nuevo León, destacó que la corrupción nace en las instancias de gobierno y se perpetúa mediante los negocios que permiten el ejercicio del poder; además criticó la falta de castigo contundente hacia actores y funcionarios corruptos en el gobierno pasado.
Lo anterior durante la Semana Nacional contra la Corrupción, la cual, se desarrolla en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) donde agregó que es necesario visibilizar la corrupción para combatirla, ya que es un problema que afecta a la sociedad en todos los niveles.
Asimismo, indicó que, el mayor obstáculo en la lucha contra la corrupción en todo el país es la impunidad, la cual, permite que estas prácticas persistan en la cultura política y social de la República mexicana.
«La principal causa de que haya corrupción es la impunidad, y no hay corrupción sino tiene la firma de la autoridad que lo autorice y ¿por qué persiste?, porque no se castiga», comentó.
En cuanto al tema de la Reforma al Poder Judicial, advirtió sobre los riesgos, ya que esta complejidad podría debilitar los sistemas autónomos anticorrupción y permitir la impunidad de los jueces, ya que al eliminar la posibilidad de juicios orales, podría llevar a la privación de la libertad sin un juicio, lo cual consideró un retroceso significativo para el sistema judicial mexicano.
“Lo que están buscando es que los jueces puedan hacer lo que quieran sin que los juzguen, eso es lo que lograron… ese es el sistema actual ahora puede haber cárcel sin juicio”, aseveró.
El también productor del documental “Presunto Culpable” expuso las debilidades de nuestro sistema de justicia y lamentó que los males que desde hace más de dos décadas prevalecen con un sistema de justicia plagado de impunidad y la reforma al Poder Judicial que hoy se debate, afirma, solo acentuará esta problemática.
El especialista, también detalló que México se encuentra en una situación crítica en materia de corrupción, ocupando el puesto 126 de 180 países en el índice de percepción de este flagelo con una puntuación de 31 en una escala de 100.
Además, el país está en el último lugar entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
“La corrupción no solo afecta la economía, sino también la seguridad jurídica y la confianza en las instituciones. De acuerdo con la ONU, la corrupción acapara más del cinco por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, lo que equivale a aproximadamente un 25 por ciento del gasto público mundial”, indicó.
